Don Pablo sonrió como quien, de repente, encuentra que tiene toda la razón. -Pero eso no lo encuentra usted entre los seres irracionales. Los seres irracionales son más gallardos y no engañan nunca. Un gatito noble como ese, ¡je,je!, que tanto miedo le daba, es una criatura de Dios, que lo que quiere es jugar, nada más que jugar. A don Pablo le sube a la cara u...
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