Intentaba distanciarme del caballo, también del gato, pero empecinados ellos seguían mis pasos. El jabalí merodeaba por unos troncos. Con el hocico buscaba algo. Al acecho levantaba la lanza, con la mano derecha más allá del hombro. Nunca en mi vida había arrojado una jabalina. Sin embargo me sentía confiado. Mi paso lento se iba incrementando. Tan suc...
Ir a anotación original